me adivino

en la noche muda
espectante de un latido que descansa
me adivino
abierta a la inmensa eternidad
colorida de sueños iniciados
segura
libre
despojada
ligera entre las sombras de mis brazos
suspendida en la respiraciòn del mundo
me veo...
aùn con la distancia enloquecida de mis voces
me abrazo a algo de mì
que aùn me espera
al menos hasta mañana
cuando amanezca
y dulcemente ... duermo

muerte

hoy quiero dejarte a cara lavada

sin estigmas de poetas ni de sabios

sin vestuarios de atormentados pintores

sin perfumes de comerciantes mediocres

vos solita, sin libretos religiosos.

Autèntica, verdadera

y que bailes tu danza en esta pista de flores, piedras y huesos

bailà nomàs, que el miedo està durmiendo

nos encontraremos quizà en un suspiro

y verè por fin que sos flor, piedra, hueso

vibrando loca como yo en un mismo circulo de brisa

y verè el color de un cielo que nos habla

y te verè a vos, a mì, girando eternas

abrazadas en destino y en certezas

Alcides

alma entrañable,

hermano de otras vidas,

me guardo entre las manos el brillo de tus sueños

la transparencia vulnerable de tus ojos

el cantar emocionado de tu risa

me abrazo orgullosa a tu herencia

que son tu hijo, tus nietos

y rompiendo los fantasmas de la muerte

me queda la certeza de otro viaje

te entrego...

el amor
la torpeza
el mate
el abrazo
la alegrìa
el deseo
la furia
el sueño
las milanesas
las medias
las carcajadas
el dolor de espalda
las flores
las palabras
toda yo
como una ofrenda caprichosa

peinada o despeinada,

tuya